miércoles, septiembre 26, 2007

El fin de otra etapa

Acabo de enterarme hace algunos minutos atrás que un amigo se vuelve a Concepción luego de haberse propuesto encontrar pega hace un año atrás. La semana pasada, otro amigo nos contó que será padre. Un tercero tuvo un salto en su carrera, también hace unos días. A otro lo pateó su novia y su mundo se vino al suelo.


Yo, por fin, luego de siete meses de desencantos y rabias, me mudo a mi casa. A la casa que estuvimos intentando remodelar todo este tiempo. Y hoy me llamaron para una oportunidad de pega.


Sucede periódicamente que los cambios que me afectan, aquellas cosas buenas y malas que marcan antes y después, son prácticamente simultáneas en las realidades de otras personas cercanas.


No encuentro pega aún. Pero me siento diferente. Pienso además que en mis seis meses de VIA X no me sentí necesariamente empleado o trabajando. Algo había ahí que no funcionó. No hablo de la empresa, hablo de mí mismo. Pero no me arrepiento de nada.


Estuve leyendo pacientemente los comentarios que se agregaron a mi posteo anterior, un ejercicio de ironía frente a la posibilidad absurda de la jubilación anticipada, y me quedó dando vueltas eso de que uno empuja ciertos procesos con la energía que llevamos dentro. Si lo llevo al terreno de la creencia popular, puede que algo de cierto tenga eso de que no haber cambiado el nombre del blog a tiempo me haya hecho sentir que no estaba intrínsecamente ocupado o que no haya dejado totalmente de estar cesante.


Y hoy pensé: "tamos listos... el fin de semana me voy a mi cuchitril". Entonces, el título de este blog no me representa ahora. O no pretendo prolongar esto por más tiempo. No sé cuánto me demore en generar una oportunidad de trabajo. Pero eso ya no me importa porque estaré en mi cuchitril.


Así, este es el posteo final de YO SOY CESANTE. Este blog se cierra. Y yo no volveré a escribir por un tiempo. En todo caso, el ejercicio libre de estos 39 comentarios personales seguirá en un nuevo blog que ofreceré a ustedes desde este mismo lugar. Es decir, colocaré el link correspondiente cuando sea el momento. Su nombre será CUEVAS EN SU CUCHITRIL.

Ah, por cierto... con respecto a la novela por entregas... créanme que me haré el tiempo de reescribir lo que perdí y la someteré a vuestra opinión.

Muchas gracias.

Adiós.

jueves, septiembre 20, 2007

¿Me jubilo?

Me jubilo anticipadamente. Hice los cálculos. Ganaré una mierda pero no trabajo más. A mi mujer le está yendo bien en su pega y se está proyectando. Me jubilo porque agoté posibilidades en las partes donde me gusta.

Y no me gustaría trabajar en pegas que no me gusten.

Tampoco me gusta que me paguen poco y dar todo mi tiempo en una pega que no me satisfaga.

Sé cambiar pañales, contar cuentos, cocinar, restregar ropa vomitada, llevar y traer pendejos al jardín, hacer pedidos de supermercado. Con eso puedo jubilarme anticipadamente ejerciendo de dueño de casa, sin tener que disponer de ayuda con nanas ni nada parecido.

Pienso inclusive que arreglando mi casa aprendí yo mismo a arreglar todo tipo de cachos y estoy dispuesto a capacitarme en los cursos gratuitos que hace el Homecenter y así nada más de maestros, que es mi único terror en la vida. Yo arreglaré las llaves, los enchufes e incluso parcharé los hoyos y colocaré las trampas para ratones metido en la gatera.

Me jubilo anticipadamente porque quiero ocio. Porque ni cesante he sido o he podido ser ocioso. Quiero espacio para leer cualquier huevada que me llegue a las manos. Quiero no tener que proecuparme de que me llamen de una radio para locutear o para cualquier otra pega que implique cambiarme de rubro. No quiero. No quiero trabajar nunca más. Quiero que sean las 11 AM y estar en el pequeño patio de mi casa. Quiero perder la noción de los días de semana. Quiero ver la novela brasileña del 13 de las 2 de la tarde ya almorzado.

Me niego a instalar la oferta de riego automático que me hicieron. La manguera la manejo yo. Quiero cultivar yerbabuena y albahaca todo el año. Quiero escuchar a otros locutores trabajando mientras revuelvo la cazuela y tiendo la ropa. Quiero hacer un asado a mitad de semana en un mes que no sea septiembre.

Quiero comprarme un equipo de música decente... chucha qué caro... necesito una pega por la mierda.

sábado, septiembre 08, 2007

Técnicas Manuales

En mi época de colegio, hace ya un par de milenios, Carlos Santelices era nuestro maestro de un ramo bautizado confusamente como "Técnicas Manuales". Obligatorio hasta segundo medio, en él transcurrían todo tipo de manufacturas, desde ornamentales hasta las más prácticas. En alguna etapa incluso separaban a los hombres para el taller de remaches, ensambles y soldadura al arco, mientras las mujeres entraban en el plano de la economía doméstica y hacían queques que no subían (nos perseguían para comernos esas mierdas)

Nuestro colegio contaba con una infraestructura decente en este sentido. La sala de la especialidad estaba en el ala más antigua. En unos estantes altos estaban varias herramientas a la vista. Siendo más pequeños imaginábamos cuándo sería el día en que Santelices nos haría usar la soldadura al arco, por ejemplo.

Entre sexto y octavo básico sudamos haciendo dibujo técnico. Yo no era malo para el dibujo pero la precisión de los planos en hojas de papel mantequilla era de alta exigencia. Santelices revisaba cada trabajo con escuadra en mano. Descontaba puntos por manchas. Entonces, yo le andaba entre el 3,5 y el 4,5.

Cuando nos hizo origami, todo el curso aprendió a hacer un complejo loro de papel. Yo me saqué un 2. Me frustré tanto que mucho después de la evaluación aprendí sólo y ese loro de mierda es lo único que sé hacer en papel. Me sale mejor incluso que el barquito chileno de papel.

Así, un ramo que era nominalmente salvavidas para estar a la par con Artes Plásticas, Religión y otros del estilo, pasaba a la liguilla de arriba junto a Biología y Matemáticas.

En media, entramos, como ya dije, en el trabajo de maestreo al cien.

Todo iba bien, pero el profesor Santelices tenía enemigos. Mis compañeros lo pelaban. Y claro, él era un tipo sin gran educación y hablaba mal. Otros profes lo miraban feo, como el castor de Filosofía o el palillo de Castellano.

La joya: en el curso de mi primo, Santelices estaba en medio de la explicación de cómo hacer un ensamble de madera. Uno de los alumnos, quizás aburrido de la larga explicación del maestro, le pregunta si es posible leer un manual de instrucciones para luego cortar la madera así de rompe y raja. Santelices le dice que no es posible, y se lo explicó con el siguiente ejemplo: "Es como si yo les estuviese enseñando a nadar y les paso un manual... ¿qué pasaría?... Me le ahogan todos pues..."

La expresión trascendió todos los cursos.

Al año siguiente, Santelices no fue más profesor en el colegio.

Ahora me acordé mucho de él porque me he tenido que colocar a hacer cosas que los nuevos maestros de mi casa dejaron al peo. No sé cómo nunca nadie hizo una película de terror con maestros de la contru. La única fue una comedia con Tom Hanks llamada Hogar Dulce Hogar (The money pit).

No sé si Santelices seguirá vivo por ahí. Ya tenía sus años cuando nos enseñó. Pero si al menos puedo cambiar un interruptor sin que me dé una descarga, es gracias a él.

jueves, agosto 30, 2007

Mi nombre es Tony Soprano

Tony Soprano va al psiquiatra. Está atormentado porque no puede conciliar que su trabajo, que tiene que ver con el soborno, la estafa, el robo, amenazas, golpizas brutales y asesinatos selectivos, se compatibilice con la seguridad y crianza de su familia (esposa, dos hijos y una madre desquisiada y cruel). La línea que separa ambos mundos es de una fragilidad espantosa.

La codicia de su mujer, Carmela, que sale a la caza de todo lo comprable con sus tarjetas de crédito, tiene que ser cubierta con la solvencia de sus negocios que tienen que ver con la construcción, la basura y un puticlub (el selectivo Bada Bing), aparte de lo que pueda salir ocasionalmente. Carmela sufre, pero lo acalla todo pidiendo dinero.

El peso de heredar el negocio familiar que llevaban su tío Junior y su padre, le hace merecer a Tony el tormento de la madre más perversa que se ha visto en televisión. Al final de la primera temporada, entre el tío Junior y ella, mueven los hilos e intentan asesinarlo. No conciliar el perdón para su madre significa el peor de los dolores para Tony Soprano. Su familia nunca tuvo cariño. El tampoco sabe entregarlo. Aún así, tiene un sinnúmero de amantes en todas las temporadas de la serie, algunas más ocasionales que otras. Pero no son más que distracción pasajera: una de ella sufre un accidente doméstico y se quema gran parte del cuerpo mientras están en un motel. Tony irá a la clínica y le dejará dinero en la cama para no volver a verla jamás.

Las sesiones con la psiquiatra Jennifer Melfi progresan a comienzos de la segunda temporada. Tony se empota con ella. Es la única mujer que lo desafía intelectualmente, que lo calma, que le explica cosas, la única mujer que lo entiende o intenta entenderlo. Tony quiere llegar más allá. Ella no cruza la línea pero fantasea. A comienzos de la tercera temporada la doctora Melfi es violada en un estacionamiento y se debate entre pedirle a Tony que pueda vengarla y mantener su relación con el mafioso en estrictos términos profesionales. No lo hace. Al final de la última teporada, convencida de que los sociópatas se vuelven peor con terapias, le pide drásticamente a Tony que no vuelva más.

Tony tiene un sobrino, pariente directo de su mujer. Christopher Moltisanti es irrestrictamente fiel a sus órdenes, no tiene escrúpulos, cumple órdenes y no desafía pero está permanentemente de un hilo por su adicción a la cocaína y al alcohol. En el fondo quiere ser director y escritor para cine. Tiene una novia: Adriana. La ama, pero su relación con ella transita entre lo perverso y lo amoroso. Ella, acosada por el FBI, protege el nombre de su novio y el de Tony Soprano, hasta que le confiesa a Christopher que están tras ella. La fidelidad de Christopher es de tal magnitud que entrega a su mujer al clan de Tony y Silvio, otro de los cabecillas, la asesina en un bosque. Tiempo después logra dirigir su primera película financiado por un tipo que hace porno. Cleaver, mezcla de zombies y gangsters inspira su personaje principal en Tony Soprano. Tony no se lo perdonará. Cuando ambos sufren un accidente automovilístico, ahoga a su sobrino, a quien en un minuto pensó como su heredero, y lo mata.

Tony tiene dos hijos: Meadow, la mayor, y Anthony Junior, A.J. Ella se pasa la vida apartándose del modelo de mujer inexistente que ha vivido su padre y se proyecta profesionalmente. En un momento estudiará medicina pero luego de romper con su novio dentista, opta por la abogacía. "Quiero estar allí. He visto cómo te han acosado estos años", le dice a su padre inocentemente en la última temporada.

A.J. es un perdedor. Mal alumno, desorientado e influenciable, está todo el tiempo arrancando del rigor de sus padres, los cuales aplican los métodos más idiotas e inútiles. Tendrá una novia portorriqueña mayor que él, con un hijo. Se enamora. La chica lo despacha después de un tiempo. A.J. se deprime. Intenta matarse. Termina como su padre, atendido por una psiquiatra.

Silvio es el soldado más hábil de Tony. Estiloso, callado, mesurado. Realiza una imitación perfecta de Michael Corleone. Cuando debe ser violento no se mide. Su mujer y su familia transcurren toda la serie en segundo plano. En el penúltimo capítulo de la serie es gravemente herido por la gente de Phil Leotardo.

Phil Leotardo es el heredero de Johnny Sack, mafioso que muere de cáncer en la cana. Violento y con sed de venganza, el imperio de Phil crece desmedidamente, al mismo tiempo que el mundo de Tony se llena de deudas. Un día decide matar a Tony y a todo su clan. Alcanza a eliminar Bobby "Bacala", el marido de la hermana de Tony. Soprano recibe un par de datos de la gente del FBI. En el giro argumental más impresionante de todos, cuando Soprano está listo para ser eliminado, uno de sus más pelientos asistentes asesina a Leotardo en una gasolinera. La escena gloriosa del descabezamiento de la banda rival se hace explícito: en el suelo ya baleado, el cráneo de Phil Leotardo es aplastado por la rueda de su propia 4x4.

Paulie es viejo, de la época de gloria de la banda del papá de Tony Soprano. Es en esencia un imbécil. Soltero, cabrón, violento y sentimental, Paulie es descarriado, un ser que vive para cuidar a su madre y que se siente muchas veces desplazado por los demás soldados. Pero ahí está, hasta el último minuto: sobreviviente y obediente.

Luego de todas las temporadas, y luego de haber eliminado a su peor enemigo Tony Soprano se junta con su familia en un café. Están su esposa Carmela y su hijo A.J. Su hija Meadow viene retrasada e incluso le toma trabajo estacionar. De pronto, un par de planos de un tipo que sale desde el mesón del bar sugieren la misma escena de Michael Corleone antes de ir al baño a buscar el revólver en El Padrino. En la caja de música Tony elige el tema de Journey Don't stop believin'.

Meadow baja del auto y entra al café. Tony levanta la mirada. La pantalla se va a negro y en absoluto silencio.

Los Sopranos llega a su fin.

miércoles, agosto 08, 2007

Matador

Estadio Santa Laura, tarde de domingo. Corre el segundo tiempo mientras se agota el día y comienza a correr ese viento frío de mierda típico de ese lindo estadio podrido. Eric Lecaros le encaja el segundo a Superman Vargas. La "U" va perdiendo con Antofagasta, como es lo usual en esos días. A diferencia de los que se dicen amigos de la estadística no recuerdo la fecha, si era invierno o verano, si es el 92 o el 93. Sólo sé que a 5 del final del pleito ingresa Marcelo Salas, un muchacho de los nuevos, para reemplazar a la promesa que nunca después fue, Marcelo Jara.

Salas desborda por la izquierda y se saca un defensa en su primer contacto con la pelota. Envía el centro a media altura. Nadie lo conecta. Un minuto después, se mete frontal al área grande y lo derriban. No se cobra nada. El penal era evidente. Salas se revuelca en el piso. Fabián Guevara, que usaba la 5 en ese entonces, se acerca y lo putea.

Semanas o meses después, Salas aparece en todos los resúmenes del fútbol, que en ese entonces pasaban por todos los canales abiertos. El 11 de la "U" es la revelación de la temporada, en un momento en que el equipo azul despertaba luego de 25 años de frustraciones.

El nivel del fútbol entonces, con Católica teniendo a Gorosito, Acosta, Rozental y otros, con el Cobreloa que era terror en el norte, y con los indios siempre meando asados, traspasaba el interés del fanático común. Marcelo Salas y Sebastián Rozental acuden a una convención de periodismo deportivo a mi escuela en esos días. Al final yo le regalé a Salas un ejemplar de nuestro pasquín clandestino, el Candor Mefítico, el que incluía en esa edición un artículo sobre la selección sub-17 y sobre ser lascivos con chicas sub-17. El artículo se titulaba "Tetita de Estoperol".

En el momento de entregárselo le digo a Salas: "Marcelo, esto te dará suerte el domingo".

El inolvidable clásico universitario de ese fin de semana se coronó con un golazo de Salas: luego de recibir una pelota mal cabeceada en el centro del área grande, amortiguó el balón con el pecho y le cambió el palo a Toledo. La "U" vencía a Católica por 1 a 0 y se limpiaba el camino cuando los campeonatos duraban el año entero.

El resto, como se dice, es historia.

Después, a Salas se le ve sólo por la tele. En Argentina, el primer campeonato con RiverPlate fue ampliamente cubierto. Salas figura. Estamos en el cumpleaños de una amiga y nos vimos forzados a prender una tele. Todos deslumbrados con Marcelo que se echa al bolsillo al país más futbolizado del continente. Un colocolino que yo no conocía, a mis espaldas, dice: "Y qué tiene... si ya no es de la 'U'..." Me doy vuelta, lo enfrento y le digo: "Marcelo es azul hasta los cocos... además los indios fueron tan huevones que lo dejaron ir cuando se fue a probar de pendejo. De no haber sido así estarías llorando de emoción... pero no lo entiendes... no lo puedes entender"

Luego la dupleta en Wembley. Luego la Lazio. El Mundial. La Juve. La vida llena de copas.

Y luego la cuesta abajo.

Su salida de la selección por descarte. Su retiro. Sus lesiones. Habladurías. Su separación. Sus hijas.

Y su vuelta a la "U", sin escándalos, pero lejos de su nivel más notable. Los futbolistas de otros equipos lo saben. Y lo buscan. Lo golpean mucho. Lo lesionan. Matador se levanta. Se recupera. Es silencioso, no habla, carece de simpatía, no deslumbra en declaraciones. No golpea árbitros cuando le cobran mal. No se queja. No va a los estelares. No habla de algo que no sea el fútbol.

Poco a poco se va reconstruyendo. Inalterable en su autoridad como histórico, Marcelo, este frío 2007, comienza a sonreír en la cancha. En uno de estos partidos agarra una volea de primera y falla el que podía ser el gol del año. Faltaba un cacho. Pero en la goleada frente a U de Conce se manda un lujo, y se empina como el líder que siempre ha sido, ahora acompañado de una generación joven hambrienta de oportunidades.

Por entonces también circula una encuesta que afirma que los colocolinos han aumentado en proporción de un 46 a un 55 por ciento de la población. Sigo pensando que la hinchada de "U" es la mejor.

Bielsa lo va a ver y lo nomina. A mí me vuelven las ganas de ir al estadio a decirle simplemente "Gracias Marcelo".

Sé que probablemente no jugará en Sudáfrica. Vienen otros. Pero él estará en el proceso. Porque todas estas batallas que vienen necesitan un héroe.

miércoles, julio 11, 2007

Ir al cine a la función de las 15:30 un día de semana

Indudablemente que siendo cesante uno lee hasta la última letra de los comentarios que sus amigos dejan en el sector dispuesto a aquello. A veces esas palabras resultan tan significativas que a los días las lees de nuevo con el mismo ímpetu, con un tono de agradecimiento, nutriéndote para olvidar los nervios sobre el futuro. Por lo tanto, de aquellos ciento veintitantos que llegaron hasta el momento en que estoy escribiendo estas líneas sepan que entiendo muy bien la razón de este blog: los comentarios me ponen en escenarios diversos, apuntan variables que yo no he considerado, son apoyo, son cariño (las más de las veces).

Aún así, el tiempo se pasó muy rápido enfrente mío. No fue como la otra vez en que mi cesantía fue como casi planificada. Esta vez, estoy despojado de mi fuente de trabajo, mala o buena, y no tengo pies en tierra, nada visto, ni ganas, ni ocurrencias, ni grandes ideas sobre qué haré para alimentar a mi familia. Ha pasado casi un mes desde que salí de Vía X y aún no firmo finiquito y me eluden en ese trámite. Claro, ideológicamente estoy aliviado de no ser cómplice de otras cosas. Pero pega es pega. Te da de comer, te da identidad. Me dan vuelta las palabras de San Pablo: "el que no quiera trabajar, que no coma".

Una ironía no menor es quedar cesante en el momento en que la cesantía de este país están en su nivel más bajo desde 1998. Es casi como un privilegio.


Entonces, ¿me amargo o no me amargo?

Fíjense que no hay tiempo. Después de que les conté la historia del maestro que me cagó, justo coincidió con mi despido el contratar a un nuevo grupo de personas que están ahí sacando la pega. Y no cantaré victoria hasta ver que todo se complete. Corro en busca de materiales, me vuelvo experto en técnicas de albañilería, y poco a poco meto más plata aún, la que queda, para arreglar la casa de puta que el otro me dejó. Para muestra un botón: si este concha grande de su madre hubiese terminado a su manera la instalación eléctrica, alguno de nosotros se habría muerto al abrir la puerta del frigider para ir a buscar el paté.

Sí, es cierto. A pesar de mis resguardos, me estoy endeudando para terminar la casa. Pero créanme, mejor cesante en casa propia.


Es más, el factor tiempo resulta ser como la trampa del cuentagotas en la frente de los prisioneros para volverlos locos. Cuando hay cosas que te marcan el paso de las horas, sientes una pequeña angustia dentro. La radio Beethoven, por ejemplo, tiene programas que aluden al momento del día como "Divertimento Matutino", "Concierto de Mediodía", "Concierto de la Tarde"... al escucharlo sucesivamente sientes cómo la radio te lo va recordando. Es la única variable que, en rigor, no puedes modificar: el tiempo.

Pero bueno, sabiamente hoy ejercí desintoxicación y fui al cine a una función de las 15:30. Vi "El Perfume", y me gustó mucho.

Así, estas semanas de cesantía sin finiquito firmado tienen un tic tac en todas partes, pero sobre todo en las radios. ¿Me noto más nervioso? Por supuesto que sí. Si te despiden 2 veces en menos de un año es como para pensar más de alguna cosa con respecto de ti mismo. Pero no voy de quejas, porque eso hunde el espíritu. Estoy acá simplemente para dar gracias especiales a todos los que escribieron, y en especial a los siguientes:


pequeñin dijo...
Pato: Alejate de Copano, te trae mala suerte!!!! Jejeje.


No lo creo. Cuando alguien es bueno se sobrepone a las rachas. Espero que yo esté a la altura de las circunstancias... es decir, un poquito más alto que la mala racha.


VerónicaBas dijo... Creo que eres un incomprendido Pato, en este tiempo en que todo debio estar listo para ayer y la gente trabaja en un estado de somnolencia y retraso, hay miedo a innovar, a ser diferente y de darse el tiempo para serlo.

Gracias Vero, pero yo creo que caí en un lugar donde no calcé bien no más...


PATO 71 dijo... ¿No crees tu que quizás te has preocupado de darle pega a un grupo de gente, antes de velar por tus propios intereses?

No. Mi trabajo era precisamente armar equipos de trabajo. Y haciendo eso me cuidaba el culo. Pero hubo otras cosas creativas que me encargaron que no hice y supuestamente por eso me echaron. Ahora, si también echaron a otras 14 personas como me enteré puede que haya más de un motivo.


El Simon Mazzet dijo... Pato debes volver a lo mejor que haces... radio.

Me frustraría un poco pensar que lo único que sé hacer es radio... quiero más que nunca hacer otras cosas, pero no sé qué... hablo hartas huevadas en realidad...


NachoMan dijo... Fuerza Pato. Se le estima aunque uno valga callampa y no nos conozcamos.

Por favor no se coloque así... podremos no conocernos pero usted no sabe lo bien que me hace hablar de esto abiertamente y que otros desinteresadamente me den su opinión. Todo eso me hace ser mejor persona.


droopyx dijo... Sólo me keda mandarle buena vibra, animo y akompañese de su familia.yo en estos momentos estoy en similares circuntacias ke ud, ( mi hija nacio hace cuatro dias atras es mas linda )estoy cesante y mi familia me ha matenido el animo a flote...

Amigo Droopyx, mucha fuerza. Es cierto, los que están cerca de uno hacen que uno sobrelleve mejor las dificultades. Cito a Elastigirl en la película de Pixar Los Increíbles: "Si no estás solo en esto, no tienes para qué ser tan fuerte".


andrew ian chernin dijo... Cuevas, entiéndelo...Debemos apropiarnos del mundo.

Chernin: no aspiro a tanto... simplemente quiero hacer lo que yo quiera... ¿es mucho pedir?


Harry dijo... Que dificil... que decir. Creo que aconsejarte que hacer es complicado, pues al final todo depende del vil mercado y por ende de las ofertas que aparezcan. A lo mejor es una señal..., a lo mejor debes crearte tu propia oferta.

No creas que no lo he pensado. Me dan vueltas mil ideas en la cabeza. Cito a Jack Torrance en El Resplandor: "Muchas ideas, pero ninguna buena"


Carla dijo... Pato, no me conoces ni en bajada, pero igual yo te agradezco las muchas veces que me hiciste reir cuando iba al colegio, hace ya miiiiiiil años. A veces eras lo bueno del día.

Tu comentario también ha sido algo más que lo bueno del día, querida.


queeee??? dijo... Dios tiene extrañas maneras de hacer regalos, pienselo grande Cuevas!

Estoy completamente de acuerdo.


nortoncillo dijo... ademas en el peor de los casos, la opinologia siempre le dara de comer... jajajajaja

Créeme que esa es, sin lugar a dudas, la última opción.


Un nuevo día dijo... el otro dia viendo un dvd de los chancho escuche lo que juro que es tu voz animando a la comunidad marrana a gritar un viva chile. es eso verdad???

Ese día que los Chancho grabaron el dvd en el Víctor Jara estaban complicados porque el tipo que grababa el sistema de audio necesitaba aplausos adicionales. El manager de los Chancho me pidió que saliera al público a pedir esos aplausos. Estaban todos enardecidos. Expliqué técnicamente por qué se necesitaban esos aplausos y, para mi sorpresa, todos aplaudieron lo que se necesitaba. Mi voz se siente en el ceachei de inicio de ese dvd. Inolvidable por eso y por otras cosas que ocurrieron tras bambalinas y que pocos saben.

(Este post es con saludos especiales a mi amigo Galucha, a quien le agradeceré personalmente sus palabras)

sábado, junio 30, 2007

Lo que dura un peo en un canasto

Ayer viernes ocurrió algo que, muy por dentro, intuía que vendría, tarde o temprano.

Me despidieron.

Debería tener el cuero duro pues ya son dos veces en menos de un año, en circunstancias extrañas, con motivos poco claros, con errores personales, pero también con contextos que piden cabezas en vez de explicaciones.

Pues bien, Vía X ya es pasado. Y de mi experiencia de seis meses concluyo un montón de cosas que me gustaría comentar acá, ahora que este blog se reinaugura con bríos.

La gente de Vía X es increíble. Son un grupo de gente maravillosa en su mayoría, apresados por una cultura de trabajo extraña, que los condena a ser imprescindibles. Es un lugar mal organizado, con cercos familiares difíciles de romper. La gente dentro de Via X le tiene miedo a las decisiones que vienen de arriba. Y ellos se malacostumbran. En estos momentos, por ejemplo, si ciertas personas se enfermaran o faltaran, hay programas que no podrían salir al aire.

Para qué seguir...

En ese contexto fui contratado para hacer un reordenamiento creativo y de contenidos que fui incapaz de realizar. Me concentré en hacer un trabajo de hormiga, detallado y no hice lo que me pidieron que hiciera: campaña de marca, redefinición de la música, nuevos programas. Yo sabía que lo único que debía suceder cuando llegué era que Copano tenía que estar al aire. Cuanto antes.

Intenté que el equipo que él traía, cuatro personas aparte de él, se pudiera integrar al canal para lograr para una especie de noticiario que agarraba para el hueveo a todo el mundo. La idea era buena, pero su producción demandaba mucho. No pude convencer a la gente del canal que el equipo que traía Copano era bueno para esa u otra idea. Aún así, logré hilvanar varias ideas que andaban dando vueltas y apareció CANAL COPANO, que es un batatazo, con todos los errores que pueda tener.

Pero en seis meses, en rigor, no me apropié del canal como se esperaba y me pegaron la patada en la raja correspondiente. Inexperiencia, problema de personalidad, falta de creatividad... no sé... todos esos conceptos me dan en la cabeza. Que me echen tan seguido de dos lugares y que haya sensaciones similares a la hora de llevar a cabo las tareas que no se quieren es algo que me aterra. El problema podría ser yo, claramente. Luego, algunas personas del canal se apresuran para comentarme que es lamentable mi partida, que me hicieron la cama, que este canal es así siempre, que les da miedo que gente buena se venga a trabajar acá. En fin. Yo no me meto en esas teorías porque si no andaría enfermo por la vida odiando a todo el mundo.

¿Será que uno es bueno para una sola cosa en la vida? ¿Que es imposible que cambies de giro? ¿Que si te acostumbras a una cultura de trabajo es imposible irse a otra?

Uno como profesional debiese ser dúctil y anticipar conflictos y escenarios. Sé que es como sentirse como el Matigol con la pólvora mojada. Te contratan para fabricar goles, y al final sólo paseas la pelota por el área.

La tele tiene lindas cosas. La pega es compleja, pero a veces es apasionante. Y concentrarme en pensar que esa empresa en particular es una casa de puta, que sí que lo es, me parece algo mediocre de mi parte.

En todo orden de cosas uno debe morir con las botas puestas como dicen.

Me impresiono de mí mismo y de lo que he escrito. Debe ser porque me he vuelto experto en ser cesante y en que me echen. Aunque, citando a mi madre, que trabaja en recursos humanos "nunca te viene bien que te echen, siempre es un mal momento, y uno tiene que ir con lo que sabe para adelante, no concentrarse en lo que te hiere".

Tengo terror del futuro. Ayer mi hija me dijo: "¿Cómo está tu pega papá?"

"No tengo pega, hija", le respondí.

"¿No tienes pega? ¿Por qué?"

"Porque me echaron".

"Consigue otra pega, papá, ahora" (No tiene 3 años todavía)

"Haré lo posible, hija"

No está de sobra agradecer a algunas personas con las cuales estreché lazos muy fuertes en estos seis meses: Vero Calabi, Conty, Truman, Camilo Becerra, Javier y a todos los niños de gráfica, Marcela González, Gaba Urrejola, Pablo Erazo, Felipe Parra, Juan Pacheco, Nicolás López, Rubén ProTools, Raúl Madrid, Cristián López, Gonzalo Frías, Mariola Rojas, Roberto Muñoz, Nacho Franzani, Felipe Gajardo, Javiera May, a los nuevos SCA...

Agradecimientos especiales para Nicolás Copano, un gran amigo que me ha visto dos veces ya que me echan. Pero es cábala porque cuando yo me voy a él le va mejor aún.

Un abrazo de apoyo para Gonzalo Tapia: eres talentoso y tienes empuje. Enséñales tú lo que sabes hacer en tele.

Humberto Sichel: eres uno de mis buenos amigos, de esos que quedan pocos.

Y a mi mujer: perdóname por hacerte pasar por esto en tan poco tiempo.

Y bueno, este lunes, pariodando a esa película española que protagoniza Bardem, es lunes al sol...