jueves, enero 18, 2007

Si vamos a seguir... ¿en qué condiciones?

Hace algunos días les contaba mi intención de cerrar este espacio. Incluso me despedí. No he vuelto porque me hayan echado antes de mi primera semana en Via X. No, señor... todavía no me echan. El punto es que se vino de pronto encima, al menos por un tiempo, el sinsentido del título de este blog. Al no ser cesante, qué interés puede tener seguir escribiendo y respecto de qué.

Leí sus últimos posteos y no tengo más que palabras de agradecimiento por sus deseos de suerte.

Y todo esto tiene que ver con aquellos que sugieren que siga.

Entonces, como lo he hecho otras veces, quiero preguntarles a cada uno de mis amigos: ¿cómo debe continuar el blog y qué queréis leer en este espacio? Ojalá encontremos algo fructífero. A mí no se me ocurre. De partida, no puedo contar los entretelones de mi función en el canal porque pertenece al ámbito de la confidencialidad. Entonces, me entrampé.

Agradezco desde ya sus siempre importantes mensajes.

Afectuosamente,

CUEVAS

sábado, enero 13, 2007

Ya no soy cesante

Conseguí pega, muchachos. Me voy a la tele. Y lo que me sucede es algo muy similar a lo que viví en mis primeros días de radio, cuando no tenía idea de nada y llegué a hacer de todo. Acá es un poco parecido porque me voy a un lugar que entiendo desde mi posición de telespectador. Pero no sé del fierro de tele. No sé cómo se hace ni cuánto se demora uno en hacerlo.

Las cosas se fueron delineando de manera curiosa, a la vez que cruel y afortunada. Primero porque vi con algo de estupor como mis días de radio se terminaban sin remedio. No coincidí nunca con ningún poryecto, rechacé ofertas por inconveniencia y no me pescaron donde sí quise ir. La vida del cesante es un poco eso. Echar los dados a la mesa y desear un mundo conveniente. Pero nunca es como uno quiere.

Paralelamente, no sé si quería volver a la radio. Si automáticamente las cosas hubiesen sido así tal vez ni siquiera me lo hubiese preguntado. Pero cuando me percaté que era más probable no hacerlo, al menos no inmediatamente, también caí en cuenta que era mejor cuestionárselo todo en este minuto, y proceder hacia otros mundos. Darse cuenta, por ejemplo, que el mundo de la radio o el mundo donde uno ha crecido en definitiva, no lo es todo. Que existe algo allá afuera, y que hay cosas que uno siempre puede aprender y cosas que sabes que puedes aplicar.

Así, Cuevas se va a la tele.

Las condiciones son buenas pero me asustan. Estoy a prueba los primeros tres meses, como corresponde en toda pega. La mejor parte, la parte que más me satisface, es que me dejan manejar mis horarios, para poder seguir haciendo clases en la universidad, dirigiendo tesis de pregrado y tengo la opción de poder hacer radio si existe una posibilidad.

Hoy me compré un cuaderno donde trabajaré mis ideas, donde diagnosticaré con fechas y plazos y donde me haré dibujitos sobre cómo entiendo el medio.

Mi primera reunión de trabajo es el lunes en la mañana. Me presentarán al equipo entero y ya tengo alguna noción de cuáles son los primeros objetivos específicos de mi labor, que tiene que ver con asesorías creativas, coaching estratégico y edición de contenidos en ciertos programas.

Ahora, cómo se traduce eso en pega, no tengo pico idea.

Mis sensaciones inmediatas son ansiedad, una pizca de miedo y en gran parte satisfacción. Nunca quise ponerme plazos. Nunca quise pensar que llegada cierta fecha estaría en problemas. Pero también siento que si esto no funciona, si yo no funciono, voy a estar en serios aprietos. está bien, me concientizo para no pensar esa posibilidad pues lo único cierto es que ya firmé un contrato y no hay vuelta atrás.

No sé que hacer con este espacio. Podría rebautizarlo y contar aspectos atroz de aburridos de mi vida personal. Pero me temo que con lo que se me viene en pega, no tendré tiempo.

Entonces, mirando las cosas más en su cruda realidad, les cuento que estaré concentrado lo más posible en mi nueva vida, que trataré de dar lo mejor de mí para que funcione y espero poder llegar a fines de este año satisfecho de este nuevo camino.

Via X es un canal que siempre me provocó simpatía. Me parecía atrevido a veces y desde hace un tiempo que lo sigo periódicamente. Pienso en sus talentos y en su mirada y me siento nuevamente un privilegiado, un hueón con mucha cuea.

¿Y la radio?

No sé. Por ahora no la extraño. Pero siendo un animal de esa escuela, es probable que pronto esté de vuelta, ojalá como siempre me gustó, en un programa de primera mañana, de esos que comienzan a las 6 y media o 7 de la mañana. Ese es mi mejor horario.

Suerte a todos en sus vidas. Cuídense. Y nos veremos (o escucharemos) pronto.

Adiós.

CUEVAS

PD: ¡¡¡Vean VIA X!!!

viernes, enero 05, 2007

Keep your friends close and your enemies closer

Sentado en una banca justo abajo de las torres de Carlos Antúnez, uno se percata de que hay otros cesantes alrededor. Tienen una actitud distinta al del resto de los mortales. De partida, no están apurados, aunque simultáneamente ostentan la cara de la desesperación en mayor o menor medida. Proyectan la vista hacia el horizonte, un poco imaginando hasta cuándo dura la tregua, hasta cuándo echando los huesos, mientras los otros seres humanos, los que hacen magia para poder salir un minuto de sus pegas de mierda y mal pagadas a sus trámites varios, pasan apuradísimos enfrente.

Suena el teléfono.

Me llama una persona de la cual no tengo buenos recuerdos. Es más, si soy algo más sincero, diría que esta persona en cuestión me cae como la callampa. Es cierto, uno no es el buen samaritano que debería ser. Por estilo, pensamientos, actitudes, o por química simple, hay gente que sencillamente no tolero. En un ambiente de trabajo, sabemos identificar claramente a aquellos que nos desagradan e intentamos por todos los medios de no relacionarnos, incluso con el riesgo explícito de impedir nuestro desarrollo profesional.

Pues bien, este que me cae como la callampa me llamó porque me había recomendado para una pega. No tenía por qué hacerlo. Quizás tampoco yo le caía tan bien. Nunca tuvimos confianza ni una relación de trabajo tan cercana. Pero se acordó. Quedé un poco intimidado por su llamada.

Al rato, me llamó la persona a la cual este tipo que me cae como la callampa me había recomendado. Más metido quedé.

Entonces recordé "El Padrino II". Michael Corleone, explicando su filosofía de vida dice lo siguiente: "Hay muchas cosas que mi padre me enseñó en esta habitación. Me enseñó: mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos".